Si entrais en "La colina naranja" encontrareis varios de los libros que tiene publicados.
Pero su blog no está en "La sabiduría de Sancho" porque él sea un excelente escritor sino porque su idea de crear la "primavera de microrrelatos indignados", nos da su medida de ser humano comprometido y luchador... Microrrelatos indignados
1ª jornada de la PRIMAVERA DE MICRORRELATOS INDIGNADOS.
CUENTOS PARA ADULTOS DESEMPLEADOS
Era un tiempo en que los piratas vivían del cuento y los tres cerditos de la subcontrata trabajaban a destajo para levantar cabañas en bosques azotados por la especulación urbanística. La vida fluía apaciblemente: los pájaros cantaban de sol a sol, los peces zigzagueaban en el riachuelo sin estar dados de alta en la Seguridad Fluvial, y los animales percibían sus jornales en comida B. Hasta que un triste día Patapalo decretó el despido libre. Fue entonces cuando, agotado el subsidio de bellotas, la piara hipotecada, los tres cerditos no tuvieron más remedio que okupar el establo adosado del caballo freelance.
José Agustín Navarro Martínez
EL YING Y EL YANG
Hoy me ha llegado un escrito dirigido a mí con todos los insultos posibles. Me he sentido sola, desilusionada y pensando que mi trabajo no merece la pena. Hoy también he ido a comprar a una gran superficie y he visto a una mujer delgada, cansada y envejecida arrastrando un palet de cervezas más grande que ella. La he reconocido enseguida a pesar del mono gris ¡La madre de Iona!
Conocí a Iona hace algunos años. Sus padres acababan de llegar de Rumanía. Iona era y es brillante. Ahora estudia 5º de medicina en Barcelona. He saludado a su madre y le he dicho de nuevo lo maravillosa que es su hija y como les deseo a todos lo mejor. Lo que no le he dicho es que hoy, reencontrarme con el recuerdo de Iona con sus 12 años de edad y sus ganas de aprender, ha hecho que vuelva a sentirme orgullosa de mi profesión: Profesora de Enseñanza Secundaria Pública.
Dedicado a todas y todos l@s Ionas que se merecen la mejor educación del mundo.
Amparo Gras
BASURAS
Con el palo revuelve entre los desperdicios malolientes. Cuando encuentra algo que le interesa, se agacha con dificultad, lo coge y lo mete en un saco que arrastra con la otra mano. De vez en cuando tiene que pararse. Entonces apoya sus manos en las caderas, su hinchada barriga se libera y sale hacia delante, su columna se arquea y ella suspira. A su espalda, amarrado con una manta sucia, Manuel. Con la cabeza apoyada en la espalda de su madre a veces dormita. Cuando no lo hace, abre unos ojos negros, enormes y legañosos, que comienzan a bizquear por el humo de las hogueras. Sus piernecitas, morenas y huesudas, cuelgan por los agujeros de la manta que lo sujeta a la cintura de su madre. Un hilillo de mocos sucios forma una costra oscura debajo de su nariz. Un poco más adelante Lucía, que aún camina torpe, disputa un trozo de pan a un perro famélico. Lucía lleva una camiseta sucia que no le llega más allá de las escuálidas nalgas. Descalza corretea por el suelo de basuras. A veces se hace daño en los pies. Entonces se sienta para llorar y gruesos churretones grises caen por sus mejillas morenas. Otras veces se para para frotarse los ojos que le pican, como a su hermano, por el humo. Juan, como es mayor que Lucía, ya lleva un palo y un saco y su madre le está enseñando a buscar y a aprovechar lo que vale y lo que no. Hoy, han llegado temprano y tienen su pequeña colina, territorio que sólo tienen que disputar a los perros. Las que no han llegado pronto esperan abajo, a los pies del cerro, a que alguien se marche. Un poco más allá, en otra loma, una mujer con un niño a su espalda revuelve con un palo. A su lado, uno de sus hijos va metiendo en el saco lo que su madre le da. Una sartén abollada, un sucio cubo de plástico amarillo, una muñeca sin cabeza, una oxidada lata de conservas.... Alrededor sus otros hijos buscan entre las basuras de ese pequeño promontorio que hoy han ocupado. De vez en cuando se paran para toser y para frotarse los ojos que siempre tienen rojos. Y más allá también otro montículo, con una mujer rodeada de niños que busca entre los desechos, niños morenos y escuálidos que se frotan los ojos rojos mientras tosen y les corren churretones grises por las mejillas. Kilómetros y kilómetros de inmundicias, bajo este cielo sucio y mezquino, que, cada día, cientos de mujeres conquistan con sus pies descalzos y sus manos desnudas.
Mercedes Suárez Aguirre
SACRIFICIOS HUMANOS
Las antorchas que iluminan el oscuro corredor proyectan sombras sobre su túnica blanca. Él avanza descalzo hasta la siguiente estancia, donde le espera su mentor, mientras sostiene en brazos a un hombre inánime. Al entrar deposita el cuerpo sobre un altar cubierto de muérdago y retrocede para despojarse de la capucha, dejando entrever su joven rostro. El maestro levanta una espada rúnica y atraviesa a la victima por el estómago. Seguidamente, contempla sus últimos estertores de muerte y analiza las vísceras con la intención de vaticinar así el futuro de su pupilo:
—Muy bien Rodríguez -dice-, le ampliaremos el contrato otros seis meses. Por cierto, cuando salga entierre a García, ya no necesita firmar su finiquito.
Juan Naranjo
MANDA DIOS COMO DIOS MANDA
- Yo también estoy muy orgullosa de mis hijos.
- Claro, mujer, claro que estás orgullosa pero no eres objetiva. Yo que veo a tus hijos como dos soldados dentro de este ejército, permíteme la comparación, te puedo asegurar que tu hijo mayor está haciendo un trabajo fantástico. Tenemos depositadas en él muchas esperanzas. Recapacita por favor. Podría llegar lejos, muy lejos. Aquí viene.
- Hola madre. Buenos días don Ricardo.
- Hola cariño. ¿Cómo estás? Se te ve pálido.
- Estas semanas estoy estudiando mucho.
- ¿Sabe tu madre, tus padres por qué estás estudiando tanto?
- Pensaba decírselo cuando supiese el resultado.
- Reservado, precavido, poco vanidoso. Un gran porvenir, hazme caso. Tu hijo es candidato a las becas que la Base concede para estudiar en la UCBA. ¿Sabes lo que eso significa? Piensa en tu hijo y verás como lo que pretendes es ...
El chico ha dejado de escuchar. Mantiene la mirada fija en su madre, en las gafas de sol.
- ¿Por qué llevas las gafas? ¿Te ha vuelto a pegar? Don Ricardo, esto no es lo que usted me había explicado esta mañana.
La mujer se ha echado a llorar.
- Álvaro, me defraudas. Puede que no fuese explícito en algunos términos pero tú entendiste de lo que estuvimos hablando.
- No, don Ricardo, usted me dijo que tenía que tranquilizar a mi madre para evitar un escándalo. Sus palabras fueron que estaba confundida. Desde luego no fue explícito, le hubiese bastado incluir la palabra paliza para que entendiese de qué estábamos hablando.
- No saquemos las cosas de quicio. Lo he hablado con tu madre y estamos de acuerdo. ¿Verdad Mercedes? No podemos arriesgar, arruinar tu carrera antes de que empiece. Se está esforzando mucho para aprobar la prueba de ingreso a la UCBA.
- Esto es bastante más importante que entrar en la Universidad Católica. Mamá tienes que dejarle. Me vuelvo contigo en el tren y te ayudo a echarlo de casa. No se preocupe don Ricardo, el lunes estaré de vuelta y todavía tendré un par de días para preparar la prueba.
- Te equivocas Álvaro. Si te vas no volverás el lunes. No volverás. La base no admite hijos de separados y la UCBA tampoco. ¿Dónde irás entonces? ¿A un instituto público lleno de hijos de presidiarios y de moros? ¿Y después? ¿De dónde sacaréis el dinero para ir a una universidad?
- Hijo, don Ricardo tiene razón. Tengo que volver con tu padre. Piensa en tu futuro. Tienes que ir a la universidad. Ellos pueden ... Ellos pueden ...
- Mamá, pienso en mi futuro y por eso voy a irme contigo. Ha acertado padre, iré a un instituto público, al mismo al que ustedes vinieron a buscarme y del que nunca tenía que haber salido.
Miguel Torija
Está bien abrir nuevos frentes para la indignación.
ResponderEliminarEn este caso de mi manera favorita,a través de lo literario.
Me apunto.
Gracias, Miguel, por una idea tan maravillosa.
ResponderEliminarTodos los relatos tienen un punto que remueve ¡y mucho!
ResponderEliminarUna magnífica iniciativa que agradezco a MariaJesúsParadela haberla traído a Sancho.
abrazos
María Jesús tus ideas mueven el mundo, besos
ResponderEliminarTus palabras golpean fuerte y nos hace reflexionar sobre esta sociedad calcinada por la intolerancia y el pillaje.
ResponderEliminarun saludo
fus
Llego a aquí puenteando desde el diario de un loco que paseo y hallazgos tan maravillosos, tus comentarios en el diaro siempre me enganchan, siempre leo lo que opinas, creo que eres una mujer de una inteligencia y capacidad de reflexión dignas de estudiar.
ResponderEliminarMaria jesus es un recopilatorio grandioso.
Gracias por tomarte la molestia de teclear para que podamos disfrutar.
Pulgares arriba
Impactantes!!!! Realmente impactantes.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Saludos.