lunes, 26 de septiembre de 2011

CADA VEZ QUE HABLO CONTIGO

RGAlmazán nos ha recomendado este artículo, de una belleza conmovedora, su autora es Antònia Pons del blog SÀHARAPONENT. Gracias :)


Cada vez que hablo contigo, hija mía, algo se agita en mi alma. No sabría decirte qué es. Y aunque siempre estás en mis pensamientos, al oír tu voz a través del teléfono tu sonrisa cálida se hace más presente.

“Vino la lluvia y el viento y nuestra jaima se rompió. Tenemos que arreglarla. Todos estamos muy bien. ¿Cuándo vas a venir?”

- No lo sé, cariño, me estoy haciendo mayor y mis fuerzas se agotan en un viaje que cada vez encuentro más fatigoso.

“No te preocupes yo puedo venir a esperarte al aeropuerto, no te dejaré que cargues nada. Te llevaré a  casa y allí podrás descansar”.

¿Cómo explicarle que al cansancio físico se une la más absoluta de las impotencias? ¿Cómo hacerle comprender que a cada viaje me cuesta más regresar, no físicamente sino espiritualmente?

Me despierto por la mañana y no acierto a saber dónde estoy, si bajo la lona remendada de una vieja tienda o en mi casa silenciosa y vacía.

Me digo que algún día regresarán a sus tierra, que no pueden estar mucho más tiempo en una situación casi insostenible, que el camino no será fácil pero habrá que andarlo, que hay que luchar que no debemos ni podemos abandonar. El enemigo piensa que el desánimo, las penalidades y la dureza de una tierra prestada nos harán capitular, que la resistencia terminará, que se agotará la paciencia infinita, que la gota de amargura que sentimos en la garganta envenenará nuestros días.

Después aparece la tímida luz de la esperanza. Puedo sentirla, cálida como el sol del desierto, penetrando por todos los poros de la piel hasta que llega tan a dentro que ya no recuerdo la fatiga. Me digo que si ellos pueden aguantar nosotros también. Y con ella, llegan el eco de las risas, el sonido de las voces de los niños, la mirada altiva de los hombres, los mil y un gestos familiares grabados en la memoria para siempre.

Sin darme cuenta empiezo a pensar en detalles prácticos, en fechas, en dunas blancas, en miles de estrellas y lunas llenas que se columpian en el cielo; en voces conocidas y amadas, en perfumes hechos de arena, pan caliente y lebjur. Añoro las escasas sombras de encaje tejidas a fuerza de tiempo y tenacidad. Saboreo la dulzura del último té en el lecho del wad. Veo los anaranjados cielos del ocaso y los casi blancos del amanecer. Y una infinita sensación de libertad me embarga.

Tengo que regresar al Sahara, quiero volver a pisar sus arenas interminables, cruzar sus inmensas planicies, escalar sus negras montañas hasta llegar al océano cambiante que palpita y que también espera.

Mi voz vacila:
-Si voy ya te llamaré. No te preocupes.

Ella lo sabe, casi puedo ver el brillo de sus ojos. Siempre lo intuye:
“ Mi corazón sabía que vendrías”, me dice al darme la bienvenida.
Y es como si nunca me hubiera marchado.

SÀHARAPONENT: CADA VEZ QUE HABLO CONTIGO

19 comentarios:

  1. Cuando me di cuenta, tenía los ojos húmedos.
    ¡Qué deuda tenemos con el Sahara que ya es hora de pagar!
    Gracias a Rafa y gracias a Antonia. Es un placer y un privilegio contar con ellos.

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  2. Imagino tantas historias como esta, tantas llamadas de añoranza y tristeza... Es hora de paga, como dice María Jesús, pero ¿quién le pone el cascabel al gato?
    Es una tierna y a la vez dura historia, y bella.
    Saludos a todos.

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  3. Es un texto que todos debemos leer, refrescarnos y pensar.
    Gracias Rafa y Antonia, y un beso

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  4. Gracias a tí, María Jesús, por publicarlo y a Antònia por esa constante luchar por defender al Sáhara.
    Bicos

    Salud y República

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  5. Son ya varias las generaciones perdida y esto ve para largo, que pena que no haya petroleo en el Sahara, verás que pronto llegaría la ayuda internacional... un saludo.

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  6. Otra historia mas ...triste historia. Porque será el mundo de los humanos asi...tan inhumano ?
    Saludos.

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  7. Un verdadero regalo esta entrada. Gracias a Antonia Pons y a RgAlmazán.

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  8. Gracias María Jesús por publicar este relato y gracias a Rafa por recomendarlñ y gracias a todos por vuestras amables palabras.
    Un abrazo a todos.

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  9. España tiene una deuda impagable con los saharauis

    abrazo a todos

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  10. Verdaderamente lo que sucedió y, aún sucede, en el Sahára, es una vergüenza que debería hacer enrojecer a muchos.

    Pero este es uno de esos temas en los que se imponen fatalmente los intereses cruzados de otros.

    saludos y gracias por traernos este recuerdo.

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  11. Si no han pagado su deuda cuando habia recursos,... pués yo diria que ahora tienen la escusa perfecta, para seguir negándolos.

    ES una lástima.

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  12. El tema saharahui es una de las verguenzas de la humanidad, lo pero, encima, es que además tenemos gran parte de culpa como país que los abandono a su suerte.
    No entiendo que la ONu no tenga más humanidad con estos pueblos olvidados.
    Magnífico relato
    Enhorabuena a Antonia Pons y a RGAlmazán por traerlo.

    Un abrazo

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  13. Cuando lo leí me emocionó mucho. Antònia está cargada de razones y de emociones, y además escribe muy bien. Ella nos trae el Sahara a nuestras casas para que nunca olvidemos... Para que nunca olvidemos que es un capítulo no cerrado.

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  14. Se entiende que bajo ciertas condiciones sea difícil mantener la esperanza.
    Saludos.

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  15. Nos corresponde abandonar esa condición de espectadores, en la que paradójicamente persistimos.
    Muchas gracias a Antònia Pons y RGAlmazán. Es un relato muy bien escrito.
    Un abrazo

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  16. Es emotivo sin ser sensiblero y llega al alma del lector. Hay mucho que decir sobre el Sahara, pero este relato capta muy bien toda esa historia.

    Besitos

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  17. Impagable deuda.
    Un relato sin sensiblería, directo, real y emotivo.

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  18. Soy socio de "Vida en Paz", una asociación de mi pueblo que ayuda modestamente al pueblo saharaui, cada año se hace una campaña de ayuda y se recibe a niños que vienen a pasar el verano. Están ya desesperados, no ven luz al final del túnel en que viven, ni ellos ni nadie.

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  19. Una dura realidad sin aparente solución a corto plazo. Una pena. Antonia lo ha descrito muy bien, es triste todo lo que pasa allí, pero parece que resolver este desaguisado no le interesa a los gobiernos pertinentes.

    Gracias por traerlo aquí.

    Un abrazo compartido.

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